Visual Thinking para novatos, Clip Art
Antaño era muy común que de pequeños jugáramos con “recortables”. Algunos incluso se manipulaban solo con las manos sin necesidad de tijeras o adhesivos, de forma que, por ejemplo, un muñeco/a de papel pudiera ser cambiado de vestido o ropa con tan solo una pequeñas solapas de papel. Este juego tan creativo era diverso en aplicaciones y funcionalidades e incluso se podían “montar” construcciones complejas. El contar con elementos predefinidos, pero que pueden combinarse para generar distintas historias permite que el “autor” pudiera crear toda una storytelling y escenificar un contexto inversivo. Los clip Art son la herramienta perfecta para enriquecer nuestra codificación de información y proyectos comunicativos.
Clip Art en la Actualidad
En la era digital este tipo de recurso se convirtió en el complemento ideal y muchos procesadores de texto lo incorporan. De igual forma, los programas de edición y retoque fotográfico dispararon las posibilidades que lo llevaron a sobrevivir y ser usado en marketing, educación y señalética de espacios públicos.
Estas imágenes digitales predefinidas sirven para ilustrar todo tipo de proyectos de comunicación, siendo usados profusamente en marketing, presentaciones y educación.
Aplicaciones
Existen distintos entornos en los que los clip arts nos pueden ayudar. Para saber cuál es el enfoque adecuado, debemos pensar que en realidad son perfectos cuando se quiere comunicar un concepto y queremos:
- Focalizar al interlocutor: menos palabras y más simbología entendible es sinónimo de un público más entregado y receptivo a captar el mensaje que deseamos transmitir.
- Universalización: En casi cualquier condición en un mundo globalizado prescindir de texto y apoyarnos lo máximo posible en lo visual nos asegura una universalización del proyecto independientemente de la procedencia, edad o lenguaje nativo del receptor.
- Reforzar el pensamiento visión: Nuestra capacidad de procesar colores y formas es muy superior a la interpretación del texto. Esas décimas de segundo son vitales para ahorrar tiempo de procesamiento cerebral del destinatario.
- Enriquecer la experiencia de consumo de contenido: En un entorno post pc la inclusión de contenido enriquecido supone que las pantallas de los smartphones no se llenen de interminables párrafos.
- Crear un lenguaje y codificación específicos con nuestro público: Podemos aumentar el engagement con nuestro público en base a una complicidad fruto de acostumbrarlo a vincular conceptos complejos con imágenes simples. Eso le hace ganar confianza y autoestima en el consumo de contenidos y ganas de llegar a más. Es decir, crea un entorno de gamificación que le ‘anima’ a consumir más contenido.
Con toda esta información podemos establecer un proceso para guionizar el trasvase de información:
REGLAS → INTEGRACIÓN → STORYTELLING
Debemos mantener una uniformidad en la codificación. Por ejemplo, si se decide que todos los clip art son en 16 grises o de tipo fotográfico debemos mantener ese criterio estético siempre. De igual forma, debemos establecer un codificación base con nuestro interlocutor. Si, por ejemplo, el símbolo de una bombilla es una idea, es ya algo casi universal, debemos no variar esa decisión. En la segunda fase la integración del soporte visual debe ser lógico-natural para que no dé la sensación de que es algo de relleno. Debe ser para reforzar y para reducir el uso de texto.
Con todos elementos logramos dos cosas fundamentales en nuestros proyectos comunicativos que independientemente del contexto o el público es prioritario:
- Storytelling: La narración es la forma de comunicación con el ratio de retorno más alta. Heredado de nuestras formas de contar historias alrededor del fuego ancestral en las cuevas, somos más receptivos si el proyecto encierra, nudo, desarrollo y desenlace y si incluye sentimientos, emociones, héroes, retos y un largo etcétera que se pueden y deben transmitir con nuestros clip arts.
- Antropomorfizar: Con una influencia directa del marketing, este enfoque busca dotar de humanidad a las marcas, dando sentimiento al mensaje y convirtiendo a las marcas en “cálidas, “amables”, “fiables”, “inquietas” o “alegres”. Es lo que se ha llamado biomarcas, un híbrido donde la marca abandona valores mercantilistas y abraza un sentido más humano. Esto se puede lograr con un clip art vinculado directamente con una comunicación más “biológica”, logrando mayor atención, pero sobre todo más tasa de conversión en recuerdos a largo plazo saltando la barrera del olvido.
Todas estas pautas deben ser suficientes para reconvertir nuestros proyectos comunicativos en algo mucho más impactante, enriquecedor y sobre todo una experiencia de consumo más positiva para el destinatario/lector.