Como decíamos en el post anterior, el Marketing de Guerrilla conlleva una inversión mínima de dinero, pero recaba grandes resultados. Levinson aseveraba que lo importante no es el dinero invertido, sino el tiempo, la energía, la imaginación y la información. Lo esencial es sorprender al público, ya sea a través del mensaje, del canal o soporte o de la interacción con el target de la campaña.
Marketing de Guerrilla, el logro épico frente a Goliat
En la actualidad, el marketing busca hacer memorable y destacar una marca, elevándola por encima del ruido ambiente. La combinación de una campaña 1.0 con usuarios/as convertidos/as en prosumidores/as que comparten en sus redes sociales la experiencia con fotos y vídeos es exactamente el punto fuerte del marketing de guerrilla.La cámara más popular del mundo es un móvil, cientos de «fotógrafos/as» de gatillo fácil están a nuestra disposición, por primera vez en la historia tenemos una agencia de medios gratuita trabajando para nosotros, 365 días al año por todo el globo usando un canal y lenguaje universal, el de la viralidad y la movilidad de un mundo globalizado.
Los/as prosumidores/as trabajando por la marca
Debemos convertir a los/as consumidores/as en embajadores/as de la marca para hacerla llegar a los/as que no “visitan físicamente las zonas de experimentación”. Así conseguiremos la tan ansiada viralidad.
Pero, ¿cómo?
- Golpeando al destinatario sin contemplación con una disonancia cognitiva.
- Imbuyendo en los/as prosumidores/as nuestro storytelling en medio de la confusión.
- Emocionando: Da igual que hagas reír o llorar, lo importante es que el mensaje cale. Que el/la prosumidor/a sienta. Porque cuando las personas sienten, se les afloja el corazón y el dedo de Twittear.
Es mucho más sencillo de lo que parece. Y podemos tener todos los beneficios del Marketing Emocional y de la Viralidad por poco presupuesto. Todo son ventajas.
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