Te vamos a pedir un favor. Empezamos bien, ¿verdad?
Durante tan solo 30 segundos mira la imagen de arriba, pon tu mente en blanco y deja que el negro de la infografía llene ese vacío. Después serigrafía en tu cabeza los tres niveles, piensa en tus hábitos y en cómo estos pueden evolucionar hasta convertirse en rutinas diarias. Finalmente, evalúa cómo tus mejoras de procesos y capacidad de focalización se construyen por la suma de simples rutinas.
Los siguientes consejos de productividad que te vamos a dar debes aplicarlos en estos tres niveles progresivos como forma de mejora continua para tu vida profesional y personal. Vamos con ellos:
- Comienza la jornada con una tarea planificada, no consultando las redes sociales o la mensajería. Insistimos: es muy mal hábito comenzar con demandas externas (salvo que trabajes en un servicio de urgencias). Mejora tu sensación de control realizando una tarea que hayas programado el día anterior.
- Apúntalo todo. Da igual que tengas buena memoria. Esa no es la cuestión. El truco está en no tener que recordar las cosas para reducir el estrés.
- Apaga las notificaciones en ciertos bloques de tiempo en los que necesites más concentración. Podemos tener hasta una docena de fuentes de notificaciones que requieren de nuestra atención y forma parte de nuestro trabajo atenderlas, pero también forma parte de nuestra labor pensar. Por eso un “off” al Teams, WhatsApp, etc. durante 15 o 20 minutos nos puede dar espacio para alcanzar el paraíso de la productividad.
- Mejora tu sistema de carpetas y archivos, nombrándolo todo adecuadamente para no perder el tiempo (ni la paciencia) buscando el documento que necesitas.
- Usa un buen manos libres inalámbrico para apuntar todo lo que hables con otras personas sin agobios.
- Anda mientras conversas. El teletrabajo está disparando el sedentarismo y debemos evitarlo a toda costa. Por eso, si cuando realizamos llamadas, andamos, ayudaremos a mejorar nuestra circulación. Además, andando se piensa mejor y reducirás el tiempo de las llamadas. Vamos, que vas a ahorrar tiempo y mejorar tu salud. Para esto también te vendrá genial el manos libres inalámbrico del que hablábamos en el consejo anterior.
- Hidrátate y come de forma regular. Si es necesario, ponte una alarma que te recuerde cuándo beber y comer.
- Limita el tiempo de las reuniones planificándolas al máximo antes de participar en ellas.
- Apúntate al minimalismo. Ten tu mesa, el escritorio de tu ordenador y tu móvil libre de cosas que no necesitas. Está demostrado que usamos demasiadas herramientas y que las que usamos son más complejas de lo que en realidad necesitamos. Reduce el número de ellas y/o busca alternativas más sencillas y potentes. Esto te dará un extra de productividad.
- Finaliza la jornada laboral con una planificación del día siguiente para no rumiar qué debes hacer mañana cuando te vayas a la cama. Conectar los puntos y finalizar la jornada pensando en las primeras tareas que quieres realizar mañana pasará de ser un hábito a ser una rutina y, más adelante, de una rutina a un procedimiento para alcanzar a ser la mejor versión de ti mismo/a.
Te aseguramos que estos consejos te ayudarán a aumentar tu productividad, disminuir el estrés y disfrutar más de tu tiempo libre. No están nada mal como objetivos, ¿verdad?
¿Y tú? ¿Tienes algún consejo para mejorar tu productividad? ¡Cuéntanoslo!
Y no olvides que para aumentar tu productividad es vital también formarse.
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