El sueño del hombre como especie ha sido siempre trabajar lo menos posible. Llevamos millones de años perfeccionando nuestras tecnologías para estar más tiempo en posición horizontal o tomando radiación solar.
Ese sueño está cada vez más cerca. No es como pensaron los pioneros del cine o la ciencia ficción de mano de toneladas de reluciente y amenazante chatarra con ojos de rojo pixel, sino vía redes sociales y landing.
Los autómatas en forma de ChatBots nos invaden sin contemplación haciendo más humanos a los humanos y por lo tanto más vagos y prescindibles.
Si hacemos un pequeño repaso, ya no es como antaño donde la fabricación de estos contestadores 2.0 solo estaba al alcance de equipo de programadores y meses de líneas de código. Ahora cualquier incauto armado de una tablet o smartphone puede lanzar su hordas de obedientes mayordomos digitales.
Entre los servicios en los que ya están funcionando tenemos:
- Facebook.
- Twitter.
- Existen plugins para WordPress.
- Telegram.
- Próximamente WhatsApp.
Pero antes de pensar en usar un bots para el bien, hacer Inbound marketing , veamos lo que es un bot:
Es un programa que imita el comportamiento humano y responde a comentarios en RRSS o en los servicios de mensajería instantánea. Pueden crearse para facilitar la gestión de estos servicios y ser capaces de contestar a preguntas predefinidas o incluso de realizar encuestas, formularios, etc.
Pero antes de que pienses que eso de las máquinas no son para ti, reflexiona en qué circunstancias ya asumimos como habitual estos servicios o modalidad (e incluso lo agradecemos):
- Cajeros automáticos.
- Máquinas de vending.
- Predictores de texto (quizás este no sea buen ejemplo).
Es tan solo cuestión de tiempo que los convencionalismos sociales caigan y nuestros prosumidores acepten de buena gana ser atendidos por un asistente digital.
La aplicación de los bots cada día se multiplica y depende en cierta medida de tu imaginación y tipo de negocio, pero cualquier Pyme o actividad puede usarlo, por ejemplo sobre la plataforma que ofrece Telegram, para:
- Ofrecer información sencilla y de bajo nivel al cliente (horarios, ubicaciones, disponibilidad de stock, etc).
- Filtrar y apoyar servicios técnicos de “humanos”.
- Realizar encuestas y mejor el know how sobre el buyer persona.
- Acelerar o detectar estados del Buyer Journey.
- Dimensionar la narrativa transmedia y el storytelling de nuestro marketing.
- Dar engagement a nuestro canal.
- Etc.
No hace falta decir que es una buena idea usarlos en Buyer Personas con perfiles geeks cuyas aficiones incluyan este tipo “curiosidades” o cualquier tipo de cliente con timidez social o simplemente early adopters.
Algunos de los ejemplos que mejor están funcionando, por calidad, nivel de “humanización”, innovación, sentido e integración con el resto de servicio de la empresa son:
- Twitter de El País (@el_pais): Con un DM a esta cuenta podemos tener un servicio personalizado de noticias.
- Politibot: Este experimento de comunicación totalmente transmedia tiene su eje central en un blog, pero sobre todo en su podcast, que es perfectamente complementado por el Bot de Telegram (@politibot) que genera contenidos interactivos a diario.
- Sequel Stories: Basado en el messenger de Facebook es una actualización del paradigma de Elige tu propia aventura que en formato libro tuvo tanto éxito en los 80 y 90 en España.
¿Podéis imaginar sus aplicaciones en entornos educativos?, combinados con una correcta gestión del control del conocimiento podríamos tener un poderoso instrumento para potenciar el e-learning. Al menos en las consultas de bajo nivel o no pedagógicas, pero igual Google ya esta maquinando en este sentido (perdonar el juego de palabras).