Un Plan de igualdad es un conjunto ordenado de medidas, adoptadas después de realizar un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar en la empresa la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de sexo” (Art. 46 Ley Orgánica 3/2007).

La elaboración de un Plan de igualdad es obligatorio para aquellas empresas con más de 250 personas, o que está así recogido en su Convenio Colectivo. Sin embargo son cada vez más las empresas que, no estando obligadas, deciden abordar su desarrollo como un elemento diferenciador y como forma de explicitar su compromiso con la Igualdad. Como valor añadido las empresas pueden obtener beneficios como la mayor puntuación y mejor imagen de marca en el concurso de un servicio con las Administraciones Públicas.

Aspectos esenciales del Plan de Igualdad son la retribución, la subrepresentación de género en determinados perfiles profesionales, la gestión de la diversidad, la conciliación, el lenguaje, o la perspectiva de género.

Las empresas son un gran motor para impulsar los cambios que la sociedad demanda, y en concreto en el de la igualdad en el ámbito laboral, un plan de igualdad bien implantado mejora el clima laboral de la empresa, reduce el absentismo y potencia la productividad.

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