Con las RRSS saturadas y los medios tradicionales convertidos en ruidosos zocos por culpa de las multimillonarias campañas de marketing de las grandes corporaciones, el usuario medio se ha desconectado de la publicidad tradicional, huyendo del ensordecedor ruido ambiental. Esto ha abierto una ventana de oportunidad para las pequeñas empresas que pueden volver a conectar con el público usando publicidad basada en las emociones básicas, sin aspavientos ni tretas.

El storytelling apela a los valores y sentimientos fundamentales: superación, esperanza, ilusión, vivencias personales… El storytelling logra que los potenciales consumidores empaticen con el reto que supone sostener un negocio, convirtiéndonos en los héroes de nuestra propia narración. Introduciendo nuestra historia en todos los canales donde estén nuestros posibles nichos de mercado, ofreciendo nuestro mensaje en distintos sistemas de comunicación analógicos y digitales como pueden ser podcast, video en streaming o microrredes escritas, logramos el mejor de los resultados con la menor de las inversiones. Con esta táctica transmedia de difusión podemos reposicionarnos, lanzando campañas atractivas de bajo coste y alto impacto.