Vivir inmersos en la Sociedad del Conocimiento conlleva una facilidad extraordinaria para acceder a contenidos de cualquier tipo, incluidos los formativos, ahora tenemos una posibilidad mayor de fomentar la proactividad de mano de los Serius games.

Sin embargo, se da la paradoja de que también implica estar rodeados de distracciones y de demasiadas exigencias personales y laborales que nos alejan de adquirir nuevas competencias. Y es que la crónica falta de tiempo que padecemos nos lleva a procastinar muchas tareas, sobre todas aquellas que requieren más energía o esfuerzo.

En esa lista de temas pendientes la formación suele ser el más habitual, con fatídicos resultados como la postergación sine die o el abandono cuando nos enfrentamos a las primeras etapas de la curva de aprendizaje.

Tanto en acciones formativas individuales como en grupo existen varias corrientes, como los serious games, que proporcionan el estímulo cognitivo-afectivo imprescindible, el «combustible» necesario para que prenda el interés por alcanzar objetivos educativos.

Nuestra capacidad de «pensar diferente» nos hace mezclar en su justa medida los serious games con la gamificación para que ya no te cueste terminar ese curso de base de datos que tan cuesta arriba se te hizo con las plataformas de otras consultoras. Se te hizo duro porque no lo hiciste con nosotros.

 Serius games = Ludificación